sábado, julio 08, 2006

Argentina finalista y vigilante.

Qué ganas de matarse: los únicos argentinos que al final llegaron a la final de la Copa del Mundo son los botones. Parece una broma de mal gusto. Justo el árbitro y los jueces de línea, que son los personajes más odiados del partido, tal como los argentinos somos los más odiados en cualquier país del mundo (menos Perú o Medio Oriente, donde nos ganan los yanquis). ¡Y encima Elizondo! Mejor cuídense, arqueros: nunca me voy a olvidar que ese ladrón de pito en la boca fue el único juez que cobró la polémica retención de pelota de seis segundos al arquero. Fue a Bonano, de River contra Unión de Santa Fe, y de tan dudosa interpretación que ni antes ni después se volvió a cobrar esa falta. Esa tarde fue tiro libre adentro del área, barrera en la línea del arco, gol cantado y a la Banda le costó el campeonato que ya tenía casi ganado.

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