martes, mayo 30, 2006

Toquen timbre y aplaudan

Esta película sencillamente genial se llama "Don't come knocking" pero a algún distribuidor local, tal vez con oficina en Uriburu y Lavalle, se le ocurrió mejorar el nombre que le dieron el autor Sam Shepard y el director Wim Wenders y retitularla "La búsqueda". En el Village Recoleta pensaron que aunque el extraordinario director de fotografía Franz Lustig y el production designer Natan Amodson escogieron que estuviera filmada en formato de pantalla apaisado, no era tan importante cuidar el detalle de proyectarla con el mismo formato, para que los bordes de la imagen no se perdieran sobre los cortinados bordeaux que el decorador de esas salas de cine ideó para ser repetido mecánicamente en todos los Village del planeta Tierra. Pero, a lo hecho, pecho. Nada de todo eso consigue opacar la belleza y la maravilla de esta película que nos reconcilia con las ganas de ir al cine. No se la pierdan.

domingo, mayo 28, 2006

¡Ole, Michelangelo!

Cuando salimos del restaurant, le pedí una tarjeta al mozo. Trajo dos opciones de diseño y nos dio para elegir. La más jugada tenía la foto de un plato con camarones, chipirones, calamares y pulpos, todos en primer plano y entreverados como en una orgía crustácea junto a la dirección y el teléfono. Mi madre la vió sin ponerse los anteojos y dijo:
- ¡Qué lindo!
- ¿Qué es lo que te parece tan lindo?
- Estas imágenes -respondió señalando a los animalitos en la paellera- Es la Capilla Sixtina, ¿no?

viernes, mayo 26, 2006

Durmiendo con el enemigo

Hablamos por teléfono y ella me dice:
- Hoy leí tu blog de nuevo.
- ¿Ah si? -digo yo, haciéndome el que me da lo mismo-.
- Si. Tenés que tener cuidado con tus influencias: está muy femenino.
Suena una señal de alarma en el hipotálamo. Con todos los nervios listos a reaccionar, pregunto:
- ¿Te parece que alguien puede pensar que soy medio... digamos... gay?
- No. Pero corrés el riesgo de empezar a creerte la filosofía de las mujeres.
No les voy a negar que la aclaración dista mucho de tranquilizarme.

jueves, mayo 25, 2006

Ese oscuro objeto del deseo

A un tipo famoso acá en Brasil que estaba casado hacia treinta años le preguntaron en un reportaje:
- ¿Cúal es su secreto para estar casado hace treinta años con la misma mujer?
- Qué no es la misma mujer.

lunes, mayo 22, 2006

La lista de Jack

Estar en el camino es más una forma de ser que apenas obligarse al movimiento, al viaje. Es el movimiento interior, es ‘viajar’. Otros requisitos para escribir son:
1- Mantenga sus cuadernos de borradores en secreto, e impensadas páginas dáctilografeadas para el propio placer.
2- Esté sumiso a todo, abierto, escuchando.
3- Intente nunca estar borracho fuera de su propia casa.
4- Sea un enamorado de su propia vida.
5- Cualquier cosa que usted sienta, encontrará su propia forma.
6- Escriba lo que quiera del fondo sin fondo de su propia mente.
7- Exprima las inexprimibles visiones del individuo.
8- Mantenga una fijación hipnótica y soñadora sobre el objeto delante suyo.
9- Libérese de la inhibición literaria, gramatical y sintáctica.
10- Como Proust, sea um viejo labrador del tiempo.
11- Cuente la verdadera historia del mundo en un monólogo interno.
12- Acepte lo perdido para siempre.

(Jack Kerouac, “Creencias y técnicas para la prosa moderna”)

Hasta las pelotas de la globalizacion

A la pequeña L. siempre le gustaron los Atlas Geográficos del Mundo, los mapas y "las bolas del mundo" como le dicen cariñosamente en el lugar donde ella nació. Llamar así a los globos terráqueos me hace evocar automáticamente esos sitios que uno fisiológicamente tiende a llamar ombligo del mundo o culo del mundo. El punto es que L. cree que en ninguna casa que tenga la pretención de ser un hogar puede faltar un Atlas Geográfico del Mundo, donde uno de buenas a primeras pueda buscar la superficie de cualquier nación desgraciada, su cantidad de habitantes o ver como se disponen sus ciudades en el territorio. Cuando me lo dijo, no sé porque me acordé inmediatamente de un amigo que había salido de un largo proceso de rehabilitación por consumo de drogas varias y había empezado a hacer terapia... cinco veces por semana. Un día me lo encontré en la calle bastante perdido y me dijo:
- Estoy yendo a comprarme un planisferio.
- ¿Para qué?
- Me lo pidió mi analista.
- ¿Para qué? -insistí.
- No sé.
- Me imagino que será para que veas en que lugar del mundo estamos. ¿Te pidió que fuera geográfico o político?
- No me dijo. ¿Cual es la diferencia? ¿El geográfico es el redondo?
Parece que ayer L. fue a comprar un Atlas Geográfico del Mundo para dejarle de regalo a su ex-novio en la casa que fue de los dos.Claro: es que el de ella, se va con ella y hay que encontrale reemplazante. Recorrió todas las librerías que pudo y no encontró ninguno. En la última se quejó bastante enojada:
- ¿Cómo puede ser que no haya un puto Atlas del Mundo y haya cincuenta libros de fotos de la Patagonia?

La casualidad es otra cosa

Estaba cerrando mi valija y faltaban apenas veinte minutos para que el taxi me pasara a buscar para llevarme al aeropuerto, cuando el cierre se rompió.
- No lo puedo creer. ¿Justo ahora que tengo que viajar se me tenía que romper la valija?
La charnega me miró imperturbable. Y dijo:
- Las valijas se rompen sólo cuando se usan. Y se usan sólo cuando uno tiene que viajar. El único momento que existe para que se rompan es 'justo' ahora.
Y se agachó y en un segundo me arregló el cierre, como si tuviera un talento especial... además del de probar que a veces no tiene sentido lo que digo.

sábado, mayo 20, 2006

Lavame sucio

He tenido la suerte de viajar por varios rincones del mundo. Y aunque algunas veces me hospedé en hoteles llenos de estrellas como la Vía Láctea y otras en sucuchos estrellados, hay una cosa tan común a todos ellos que ya es un cliché de la hotelería.

En los baños de todos los hoteles del mundo hay un cartelito que nos alerta sobre la gravedad de lavar toallas todos los días. El texto, que parece copiado del inglés al chino y del francés al turco sin cambiar ni una coma, con toda intención de hacernos sentir culposos, nos pide que imaginemos la cantidad de toallas que se lavan en los hoteles del mundo todos los días y la cantidad de jabón en polvo necesario para semejante operación de destrucción ecológica. A continuación, con la imagen de la selva amazónica arrasada y los delfines muertos en las costas de Groenlandia todavía fresca en nuestra mente, nos sugieren ser miembros activos de la lucha por un mundo mejor, colgando la toalla y usándola dos veces en vez de una.

Nada debe tener que ver con esta campaña que las toallas y su recambio sean gratis en los hoteles, y que no haya como querer cobrarlo. O que el jabón en polvo y la mano de obra sean caras; o que las toallas muy lavadas se desgastan más rápido y hay que comprar otras nuevas. Es por esa misma conciencia ecológica que lavar la ropa en cualquier hotel cuesta una fortuna. Se me ocurre que se podría empezar la misma campaña en los restaurants de los hoteles y pedir que la gente coma menos langosta o lomo, ya que hay sólo uno por vaca.

Hay pocas cosas tan irritantes como las falsas campañas por una buena causa. Si no pregúntenle a los iraquíes.

viernes, mayo 05, 2006

Sólo se es profeta en el extranjero


Hoy es un día de gloria: River aplastó al Corinthians acá a cinco cuadras de mi casa. Si, así como lo oyen. Este 'galinha' vive en el barrio del Corinthians, el club más bostero de Brasil, donde hasta Carlitos Tevez es un ídolo. Y de una de las ventanas de la productora se ve la tribuna, el cartel luminoso del estadio Pacaembú y un pedacito del césped por el que de vez en cuando se ve correr a uno como si perdiera el colectivo (a la pelota no la vi nunca). En las horas previas pude palpar la agitación en las calles del barrio, mientras me retiraba a mi celda de clausura para asistir al partido solari yrigoyen, sin la menor voluntad de exponerme ni al ridículo ni a las piñas, de acuerdo al resultado,,, lo que hubiera sido en cualquier caso tan humillante como doloroso.

No tenía mucha fe en el equipo millonario, si quieren que les sea sincero. Creo que son tirando a horribles en lo colectivo y desastrosos en lo individual. La presencia de Tevez en el equipo brasuca tampoco me daba buena espina que digamos: después de todo es un pura raza bostero y se sabe (no vale la pena ni intentar ocultarlo) que es y ha sido mufa y verdugo del equipo de mis amores.

Pero todo fue distinto a lo soñado. Y la pesadilla se transformó en una cuna de rosas. Creo que básicamente porque el Corinthians consigue ser mucho más horrible que la versión de River más horrible de la que tengo memoria. Y yo, atento a los signos del destino, renuevo mi confianza en lo positivo que fue haber elegido vivir aquí en Sao Paulo. Gracias a ello vi a un emblema bostero sufrir la derrota, a River ganar en Brasil con la propaganda de Petrobrás en la remera, con Passarella de técnico (fue DT del Corinthians y lo echaron los propios jugadores), con un gol en contra de ellos y mañana encima tengo una corte de corinthianos para gastar con que son 'filhos nossos'. Todo eso. En ese orden de felicidad.

miércoles, mayo 03, 2006

Confesiones de invierno

Cuando Charly sacó “Yendo de la cama al living” yo tenía doce años, no había oído hablar de Jung y estaba convencido de que el título de la canción “Inconsciente colectivo” se referia socarronamente a alguno de nuestros nobles vehículos de transporte público que no paran ni en los semáforos en rojo. A mi favor se puede decir que era chico y que en el rock nacional existía el antecedente de “El anillo del Capitán Beto”, misteriosa alquimia spinettiana que transformaba al ídolo de River en chofer del 60 espacial. Ahora recuerdo el episodio con ternura pero es evidente que nunca le presté atención a la letra. Como en el mismo álbum (¡qué palabra adecuada al caso!) había otra canción que se llamaba “Peluca telefónica” se ve que no me parecía un título tan tirado de los pelos.

De todos modos no creo que haber prestado atención hubiera cambiado mucho las cosas. Me acuerdo que en la misma época, cuando escuchaba “Mañanas campestres” de Vivencia (¡en la radio, eh! no vayan a creer que tenía el disco o alguna huevada de esas) siempre creía que la letra decía: “Mañanas campestres/ perfumada es la sal”. No sé de donde saqué que la sal podía ser perfumada pero inconcientemente me anticipé veinte años a los aceites y vinagres saborizados y a los forros con gusto a frutilla. Un vanguardista yo.

La última es que durante años creí que la oración fúnebre con la que saludabamos diariamente el izado de la bandera en el patio de mi colegio rezaba: “Alta en el cielo/ un águila celeste/.../ A su lunala, del color del cielo/ a su lunala del color del mar.” Nunca entendí lo que era la bendita “lunala” del águila ni me resultó raro que el pájaro fuera celeste, y lo acepté todo con naturalidad. Tampoco hace mucho que me enteré como era la letra correcta. Me da cierto orgullo, les quiero decir. Creo que que prueba que tengo una capacidad innata de incorporar la metáfora poética y la flexibilidad del lenguaje como si nada. Será por eso que después no me costó leer “La naranja mecánica” de Burguess sin mirar el diccionario del final a cada rato. O será que soy medio sordo y un poco tarado. ¿Quién puede asegurarlo?

París, Texas.

En una encuesta encargada por National Geographic y realizada entre jóvenes norteamericanos entre 18 y 24 años salió como resultado que el 63% de los encuestados no fue capaz de ubicar Irak en un mapa y el 75% no logró encontrar a Israel o a Irán. Nueve de cada diez encuestados no pudieron decir dónde está Afganistán en un mapa de Asia, el 75% no pudo dar con Indonesia y el 70% no halló Corea del Norte.

Pero no sólo eso: casi la mitad no encontró el estado de Nueva York en el mapa, un tercio no supo localizar a Lousiana y el 50 por ciento desconoce donde está Mississippi, a pesar de que el año pasado el Huracán Katrina devastó el estado y su nombre estuvo sumamente presente en los medios de comunicación.

El gobierno norteamericano debería empezar a preocuparse seriamente. ¿Cómo se las van a arreglar cuando tengan que mandar a esos jóvenes a bombardear Irán si no saben donde queda? ¡Ay! Desperdigar democracia y civilización a cañonazos es un viaje de ida y una tarea ingrata.

martes, mayo 02, 2006

Che Bajon

Mi hermana vive en Los Angeles hace unos quince años. La piba estudió y se recibió allá, trabaja allá, paga los impuestos allá. Ya está totalmente integrada al american dream y es una privilegiada. Tiene documentos porque le entregó el dulce a un gringo del que unos años después se separó pero ayer igual se quedó trabajando en casa, para hacerle la gamba simbólica a los millones de indocumentados que de esa manera reclamaron un trato digno por parte del gobierno de los EEUU. Era lógico que lo hiciera. Después de todo a mi hermana le gusta la batalla. Es ariana y de cuño peronista, un cóctel explosivo. Y ayer había que estar junto a las bases militantes y combativas aunque no tuviera que lavar vasos o reponer los estantes de los supermercados . Después de todo, me imagino que cantarían los manifestantes: "Si Evita viviera/ sería hondureña."

El asunto es que mi hermana tiene un noviete norteamaricano hace unos cuantos años. No digo novio porque novio-novio no es. Digamos que es un free lance de esos a los que el portero de la compañia lo saluda por su nombre. Es macanudo, divertido, canchero y parece que sabe lo que hace cuando se pone las pilas, porque hace años que mi hermana repite que la relación no tiene futuro pero cada vez que él la busca, resulta que la encuentra. Y así pasan las estaciones y el tren sigue su marcha.

Este tipo, que es un joven profesional de la industria del espectáculo y tiene varios guiones escritos, es inquieto y curioso. El otro día mi hermana fue a cenar con él y le contó una historia jugosa que sabia que él apreciaria tanto como ella.

- Estoy trabajando con un editor que me contó que su padre nació y se crió en la Argentina -le dijo-.
- Mira vos que casualidad - respondió él. Claro que lo habrá hecho en inglés, porque no habla ni una palabra de castellano.
- Si. Y me contó algo super interesante. Sus abuelos irlandeses emigraron a la Argentina como en el año 1840 y se instalaron en el campo. El padre se crió y estudió en Buenos Aires, hasta que en los años cincuenta, ya recibido de médico, tomó la decisión de cambiar de aires y se vino a EEUU. Pero parece que mientras era estudiante jugaba al rugby en un club de San Isidro y era el capitán. Había otro jugador en el mismo equipo con el que tenía muchos roces y pronto estuvo claro que no iban a poder seguir siendo compañeros. Así que lo echó. El jugador echado se fue entonces a otro equipo, en el que acabó conviertiéndose en capitán. Y ese año, los dos equipos jugaron la final, enfrentando a los dos capitanes.
- Ajá.
- Pero ¿sabés quien resultó ser el jugador echado por el padre del editor?
- ¿Quien?
En este momento mi hermana debe haber hecho una pausa para que su respuesta tuviera más impacto.
- Ernesto Guevara... el Che Guevara.
- ¿Quien?

Al principio mi hermana creyó que era una broma. Después se indignó.

- ¿No sabés quien es el Che Guevara?
- Mmm... no.
- ¿Ni por las remeras?
- No.
- Pe... pero ¡vos viste "Diarios de motocicleta"?
- ¡Ah, si! -dijo él reaccionando de repente- ¿Cuál de los dos era? ¿El gordito?

Las relaciones humanas son frágiles. Hay que cuidarse mucho. Hace veinte días que pasó y mi hermana no volvió a coger con él todavía. No sé si lo volverá a hacer. Estados Unidos es un país complicado para encontrar pareja. Así que en el futuro, querida hermana, si alguién te pregunta si tenés a mano los clasificados de los diarios de motocicleta no te alarmes. Hacete la sota, miralo fijo a los ojos y decile con un guiño: "¡Hasta la victoria's secret, compañero!"