martes, enero 31, 2006

Las Malvinas deberian ser argentinas.

Vi “Iluminados por el Fuego”, la película argentina sobre la guerra de Malvinas que acaba de ganar el Goya en San Sebastián. La película no es nada del otro mundo pero las escenas de guerra son excelentes y consiguen transmitir la soledad y la angustia que debieron sentir los pobres conscriptos que fueron enviados al frente sin preparación, sin dirección de sus superiores y sin posibilidades de salir ilesos de la experiencia como no fuera por su propia maña. La película también arriesga una tímida explicación de por qué los veteranos de Malvinas, olvidados por la sociedad argentina y por los sucesivos gobiernos, fueron víctimas de la desesperación y la frustración. La estadística es contundente: ya son más los casos de suicidios de ex – combatientes que las bajas que hubo durante el conflicto que duró 74 días.
Pero lamentablemente, y como ya es tradicional, ideológicamente la película se empantana en los mismos lugares comunes que hacen que la sociedad argentina se comporte de la manera desfasada de la realidad en la que se comporta y que hace que como país seamos, en el mejor de los casos, un chiste. El director Tristán Bauer, en lugar de sostener la mirada aguda del artista que es capaz de observar (y expresar) la locura que fue que en 1982, un gobierno militar comandado por un alcohólico provocara irresponsablemente una guerra contra Gran Bretaña y luego pretendiera ganarla mandando conscriptos, que eran tratados como basura por los comandantes que no sabían tratar a los jóvenes de su país de ninguna otra manera, va más allá y completa su cuadro con el infaltable panfleto demagógico que podría titularse eternamente “Las Malvinas son argentinas”. Cuando los americanos purgaban en el cine las míserias de la guerra de Vietnam y sus graves secuelas no se justificaban después diciendo que esa guerra absurda era una necesidad geopolítica para detener el avance del comunismo en el sudeste asiático dentro del marco de la Guerra Fría. El horror de la guerra es el horror de la guerra y que las Malvinas sean o no argentinas no es el problema que hay que purgar. Detenerse a discutir ese aspecto enturbia el verdadero núcleo de la tragedia que fue esa guerra.

La justicia no es una característica del mundo. ¿Acaso Irak y Afganistán son de los EEUU o ellos tienen algún derecho de estar allí como fuerza de ocupación? ¿los Palestinos no tienen derecho a una nación en los territorios donde los israelíes no dejaron de hacer asentamientos en los últimos 35 años para que fuera cada vez más complicado? ¿Cuba no debería tener una chance de tener por lo menos una elección libre después de 56 años a pesar de lo carismático que sea Fidel? ¿Tiene lógica el bloqueo de EEUU a Cuba cuando tiene relaciones comerciales con otros países comunistas como China o el mismo Vietnam con el que estuvo en guerra 10 años? Todo es política y juegos de poder. La guerra de Malvinas fue un intento patético del Proceso para afianzar su alicaído poder y catapultar un imaginario liderazgo de Galtieri. La respuesta de Gran Bretaña fue la oportunidad de los conservadores de renovar su prestigio interno y su éxito la piedra angular de la perpetuación del poder de Margaret Thatcher en la década siguiente. La derrota aplastante de los militares argentinos fue la causa de un efecto positivo: que la democracia volviera en 1983. ¿Cuál es el tremendo valor de que las Malvinas sean argentinas si ni siquiera las empresas públicas lo son? La Patagonia está despoblada, montones de provincias sobreviven de la administración pública sumidas en el clientelismo político y sin que a nadie les importe su futuro. Cuando Gran Bretaña le devolvió Hong Kong a China en 1999 despues de 99 años de ocupación en virtud del tratado firmado en su momento, me acuerdo que en el programa de Mariano Grondona se discutió sesudamente si podía suceder lo mismo con la Malvinas. Yo no lo podía creer. Nadie parecía darse cuenta de que en Hong Kong vivían más de 6.000.000 de chinos y que en las Malvinas viven apenas 4.000 kelpers, que para colmo detestan la sola idea de que los traten como argentinos. De todos modos, en un comportamiento lo suficientemente delirante como para suponer que tienen más de argentinos de lo que les gustaría admitir, los kelpers insisten en la figura legal de la ‘autodeterminación’ como si fuera posible una nación autónoma que tendría menos habitantes que los socios plenos que tiene el club River Plate. Tampoco veo a los paraguayos haciendo presentaciones año tras año en la ONU para reclamar el territorio que les robamos nosotros y Brasil en la guerra de la Triple Alianza, que incluye la provincia de Chaco y el Mato Grosso. A propósito: ese conflicto terminó cuando ya iban 37 años que los ingleses habían ocupado las Malvinas.

Hace poco mi amigo Nacho estuvo en las islas haciendo un trabajo y me dijo que volvió muy triste. “Son un pedazo de roca miserable, con el suelo fangoso y un frío que te cala los huesos”, me dijo. Mientras, en las escuelas siguen lavándole el cerebro a los chicos con el versito “Las malvinas son argentinas” como nos lo lavaron a nosotros, que cuando vimos que los milicos habían ‘recuperado’ las islas en 1982 salimos a festejar y a saltar como en el Mundial ’78. ¿Para cuando la película en la que lo que mostremos crudamente sea como los argentinos fuimos víctimas de un delirio colectivo, grave y peligroso, que para peor se repite cíclicamente en nuestra Historia bajo otras formas? Porque no hubo ni uno sólo que levantara la voz y dijera “esto es una locura”. Todos nos creímos que eramos los campeones del mundo. ¿Acaso no nos habían dicho que era lo justo? “¿Las malvinas son argentinas? Siiiiiii, señorita.” Y esa es la explicación de porque la sociedad le dio la espalda a los ex – combatientes, de porque se suicidan, de porque se los niega: nadie quiere mirarse en el espejo terrible de esos muchachos dañados por nuestro delirio nacional. Ni siquiera Tristán Bauer, que los mira y después se escuda en el discurso automático del nacionalismo. Debe ser duro para los ex – combatientes aceptar que sus compañeros murieron y ellos arruinaron su futuro al pedo, persiguiendo una utopía nacional estúpida y por eso ellos son los primeros en tratar de darle un ‘sentido’ a esa lucha soberana. Es una tragedia bien argentina esta de las Malvinas, que no somos capaces de mirar de frente, y por eso me imagino que la película trata de ‘justificar’ tanto dolor, en la pretensión semántica de que un discurso pueda cambiar la realidad. Nunca oí a nadie decir: “ Las Malvinas no son argentinas, chicos. Son inglesas, porque ellos las ocuparon por la fuerza y cuando las quisimos recuperar de prepo, nos echaron y las volvieron a ocupar.” Los veteranos de Malvinas son como los locos en cualquier sociedad: se los esconde, se los aparta, porque son el emergente de la locura que es nuestra. Porque la guerra la hizo Galtieri pero la apoyamos todos. Empeñamos las joyas, tejimos bufandas, mandamos cartitas y chocolates, vimos el programa de Pinky y Cacho Fontana, fuimos a los recitales de rock nacional llevando un alimento no perecedero. Y no nos gustó ver que esos muchachos la perdieron porque todos nos creimos la pelotudez de que podian ganarla.

lunes, enero 30, 2006

Tom & Jerry

Leído en el cartel de un cabaret de la Recoleta: “Vos traé los ratones que los gatos los ponemos nosotros”. La creatividad no tiene límites...

Mundos in mundos

Observo el movimiento incesante de la gente en la calle, un día laborable en microcentro. Autos que van y vienen constantemente sin chocarse, personas de todo tipo y edad circulan en un flujo constante ocupados de sus propios problemas ¿Pero qué pasaría si imaginamos que la individuación tal como la entendemos es apenas una de las construcciones posibles de la mente? Quiero decir, que cuando yo miro a la gente en la calle veo (porque así lo he aprendido) individuos independientes. Pero también podríamos determinar, por ejemplo, que el individuo verdadero es la sociedad y las personas apenas la unidad mínima de su funcionamiento. Si una bomba destruye a una ciudad podremos decir que mató a equis número de personas que vivian allí, pero también que eliminó a tal sociedad como si fuese la vida de alguien particular. Después de todo, también cuando un individuo muere, millones de células dejan de funcionar, decenas de órganos cesan su actividad. Desde este punto de vista, la vida de una persona puede interpretarse simplemente como la vida de una célula perteneciente a un organismo mayor, que como tal no necesita ser absolutamente consciente de su condición dentro del todo para cumplir su función. El cuerpo es un conjunto de diversos órganos, células, tejidos, flujos, todos distintos y singulares en sus tareas, preferencias y ritmos, tal como los seres individuales parecen ser distintos dentro de un grupo social a pesar de sus semejanzas básicas. Ser singular no parece ser determinante de individuación bajo este criterio. De repente una enfermedad ataca a un sector, o un corte provoca la pérdida de sangre de un dedo; centenas, miles de células que mueren en el pelo que es cortado o que se reproducen el el crecimiento de los músculos; millones de espermatozoides que se pierden en el semen que es vertido; un órgano se adapta a condiciones de actividad sobre-exigentes o sub-exigentes a las que es sometido. Glóbulos que vienen y van incesantemente por las autopistas de las venas, las neuronas que descargan su electricidad y las hormonas que provocan revoluciones constantes. ¡Tanta lucha, tanto sacrificio diario! Y sin embargo es el cuerpo quien sigue siendo la verdadera unidad que contiene a todas estas “individualidades” y sus conflictos “personales”.

domingo, enero 29, 2006

Citizen Charlot

Acabo de ver “Monsieur Verdoux”, la primera película de Chaplin en que no hizo el personaje del vagabundo (¡ya sé que me demoré cincuenta y ocho años, pero hago lo que puedo!) y me quedé impresionado al comprobar que a pesar del tiempo pasado, la problemática de los Estados Unidos, de la industria cinematográfica y de los artistas hoy en día sigue tan complicada como entonces. Para los que no vieron la película, se trata de un proyecto original de Orson Welles, que ofreció a Chaplin el papel principal. Finalmente, Chaplin (que tenía un Ego difícil de guardar en una cancha de fútbol) le pidió a Welles que le vendiera el guión de esta “comedia de crímenes” porque él nunca se había dejado dirigir por nadie y no lo iba a conseguir a esa altura del campeonato. Así que filmó la película solito, modificando inclusive algunos papeles para que no hubiera otra actriz que tuviera un rol tan importante como el de él.
La historia de este asesino de señoras (tal el título original de Welles, “The Ladykiller”), estaba inspirada en el caso real de Henri Landrú, alias “Barbazul”, un burgués que se casaba con cincuentonas de cierta fortuna y las mataba para quedarse con su dinero. Del mismo modo, Monsieur Verdoux era un buen burgués casado con una mujer inválida y padre de un niño pequeño. Durante treinta y cinco años trabajó de cajero en un banco (“contando el dinero de los otros”, en sus propias palabras) hasta que la crisis del ‘30 lo deja en la calle sin mayores chances de encontrar otro trabajo decente. A partir de allí, empezaría una carrera de seductor criminal, usando “el cerebro que ya nadie quería, para emprender su propio negocio” e invirtiendo todo el dinero que ganaba en la Bolsa. Verdoux no tiene escrúpulos en robar y matar a todas las mujeres a las que desposa. Pero en una de las mejores escenas de la película, intenta probar un nuevo veneno que no aparece en ninguna autopsia dándoselo a una pobre mujer que acaba de salir de la cárcel, aunque aborta su plan al enterarse que la mujer tenía un marido inválido y que mientras él vivía ella encontraba que ningún sacrificio era en vano. Verdoux es cínico respecto de la condición humana y de la sociedad, y carece del optimismo de la mujer que acaba de salir de la cárcel, pero se ve reflejado en ella y le perdona la vida. Ella es una sobreviviente de la crueldad de la sociedad moderna igual que él. Cuando vuelve a encontrársela al final de la película, lo ha perdido todo con el derrumbe de la Bolsa y ella es la rica esposa de un fabricante de armas que ve crecer su fortuna día a día a la luz de la Segunda Guerra Mundial. Su mujer y su hijo han muerto (¿o él los ha matado?) y él se niega a aceptar la ayuda de la mujer que sigue convencida de que él es un filántropo que la ayudó desinteresadamente cuando ella no tenía nada. Juntos apenas toman un café frente a una pareja que baila un triste tango a la europea. Verdoux le cuenta que ya no tiene nada por que luchar, que su mujer y su hijo murieron y tienen el siguiente diálogo:

- Sin embargo están mejor donde están que en este mundo de miedo e incertidumbre.
- Veo que ha cambiado su cinismo.
- Desde que perdí a mi familia es como si hubiera despertado de un sueño. Verá: trabajé como cajero de un banco durante treinta y cinco años. Mi vida era monótona. Me pasaba los días contando el dinero de los otros. Y entonces ese ritmo se quebró. Un día me despidieron y perdí mi posición. Lo que sucedió después es pura confusión, una pesadilla en la que yo vivía en un mundo irreal. Un mundo horrible; y ahora me he despertado. A veces me pregunto si ese mundo realmente existió.
- Ha tenido una experiencia terrible pero no debe resignarse.
- La desesperación es un narcótico que sume a la mente en la indiferencia.
- Eso es la renuncia a la vida.
- Tarde o temprano todos debemos renunciar.
- Si, pero no antes de nuestra hora.
- ¿Por qué?
- ¿Tiene que saber la razón para todo?
- Ayudaría un poco.
- La vida sobrepasa a la razón. Por eso debemos seguir adelante. Aunque sólo sea para cumplir su Destino.
- ¡Mi Destino!

Después de tres años de vida criminal y sin mayores motivos para seguir luchando, Verdoux se entrega a la Justicia y es condenado a la guillotina. Al ser declarado culpable, dice en la Corte: “Respecto de que soy un asesino serial, ¿acaso no es algo que el mundo alienta? ¿No se fabrican armas con el sólo fin de asesinar a miles de personas? ¿No se han matado a mujeres y niños con todos los recursos de la ciencia?”. Este texto dicho en una película apenas dos años después de las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki debe haber sonado como una nueva bomba en el corazón de los americanos.

A continuación, en su celda, esperando la hora final y hablando con un periodista, tiene lugar uno de los diálogos más feroces que yo haya visto en el cine contra el capitalismo y la sociedad que hoy vivimos.

- Oiga, Verdoux. Debe admitir que el crimen no paga.
- No a pequeña escala.
- ¿Qué quiere decir?
- Para triunfar en algo tiene que estar bien organizado.
- No querrá despedirse del mundo con ese cinismo, ¿verdad?
- Ser idealista en estos momentos sería inconguente, ¿no cree?
- ¿Qué es ese asunto del Bien y del Mal del que hablaba?
- Fuerzas arbitrarias. El exceso de cualquiera de ellas nos destruiría.
- “Demasiado” Bien nunca puede ser un problema.
- El problema es que nunca ha habido "suficiente" Bien para que lo sepamos.
- Vamos… deme una historia con una moraleja. Usted que ha sido el trágico ejemplo de una vida criminal.
- No sé como podría ser un ejemplo en estos tiempos criminales que corren.
- Usted ciertamente lo es, matando y robando gente.
- Esos eran negocios.
- Bueno… otra gente no hace negocios de esa manera.
- Sin embargo esta es la historia de muchos grandes negocios. Guerras, conflictos: son todos negocios. Un crimen te convierte en un villano, millones en un héroe. Los números santifican, mi buen amigo.

"Los números santifican" es una sentencia inapelable, la marca de nuestra era. Es imposible saber donde empieza el pensamiento de Chaplin y donde terminaba el de Welles, pero importa poco. El primero había sido el hombre más querido del mundo pero esta película sería el comienzo del fin de su vida norteamericana. La caza de brujas en Hollywood estaba empezando y él sería una de las mayores presas de las comisiones de actividades anti-norteamericanas del senador Mc Carthy, lo que acabaría con su auto exilio en 1952. El segundo había sido el niño mimado de Hollywood y a partir de un triste malentendido se transformaria en el director eternamente condenado por los números, a pesar de haber dirigido la película aún hoy considerada el mayor ícono del cine. Los órganos de censura de la industria cinematográfica atacaron "Monsieur Verdoux" desde la fase de guión y trataron de impedir que fuera filmada. La crítica la despedazó el día de su estreno y fue un fracaso comercial en los EEUU.
En las notas previas de Chaplin sobre la película se lee que “cuando no hay hechos, los sentimientos prevalecen”. Que “cuando todo el mundo se vuelve contra alguien, ese alguien se vuelve un santo”. Y que “es más importante entender un crimen que condenarlo”.

sábado, enero 28, 2006

Diálogo diet (II)

Paula y Mariana son una pareja de chicas. Salimos una noche juntos y después de ir al teatro, arriba del auto sale el tema de a cual restaurant ir a comer. Yo me acuerdo que Paula está haciendo una dieta de depuración macrobiótica y amablemente abro el paraguas.
- Che, no sé como quieren hacer. Porque vos, Paula, no podés comer nada. ¿Quieren que vayamos a mi casa y preparamos alguna cosita?
- No hace falta -dice Paula- Vamos a cualquier restaurant que ustedes quieran que yo me arreglo con una ensalada.
- ¿Seguro? -pregunta su novia.
- Si. Antes de salir para el teatro me avivé que esto iba a pasar y comí algo para no tener tanta hambre después.
- ¡Ah! -dice Mariana- ¿Qué comiste?
- Me comí medio nabo.
Paula hace un guiño inocente, orgullosa de lo avispada que estuvo y mientras yo me quedo pensando en el sentido sutil de la expresión, Mariana interviene sin pensar en lo que dice.
- Nabo… ¿y que gusto tiene el nabo?
- Es más o menos rico, pero cansa.
- Debe ser aburrido, ¿no?
- Por lo menos te llena.
- Nunca probé nabo -dice Mariana, como haciendo memoria-. Pero me imagino que no me gustaría.
- Puede ser -intervengo yo que no aguanto más-, pero nunca se sabe. Conozco a un par que le tenían idea y ahora hay que fajarlas para que lo larguen.

Generosidad al dos por cuatro

- Si necesitás ayuda, podés contar con todo lo que tengo.
- Te agradezco pero ¿qué tenés?
- Eh... ritmo.

viernes, enero 27, 2006

Marte vs. Venus

Si un hombre se da cuenta de la infidelidad antes de que su mujer se la confiese, el impacto emocional es menor (y por consiguiente el rencor que se puede generar también) porque su Ego se siente medianamente a salvo del ridículo (ya que el pensamiento subyacente es “seré cornudo, que no depende de mí, pero no boludo, que es totalmente mi responsabilidad”). Pero para la mujer es exactamente al revés: que el hombre confiese antes de que ella se de cuenta para la mujer es mejor que si ella empieza a intuir la infidelidad, porque entonces se siente estafada y su Ego humillado. En fin...

Otra diferencia curiosa es la que señalaba Oscar Wilde cuando decia que “a los hombres les importa ser el primer compañero de su mujer, tal es su tosca sensibilidad. Las mujeres, en cambio, prefieren ser el último cápitulo de la vida de su amado.”

Como sigamos así es evidente que nunca nos vamos a entender.

Como levantarse minas.

Un humorista y escritor brasileño escribió que había empezado a escribrir solamente para conseguir mujeres. Y que funcionó. El problema es que sólo consiguió de las del tipo que leen.

jueves, enero 26, 2006

He pecado.

Las confesiones en la pareja se dan mejor en la oscuridad, con los dos metidos en la cama. Eso permite sentirse cerca pero no ver los ojos del otro, como en un confesionario, y afloja los mecanismos de reserva. Es bueno recordarlo: si se pretende conseguir una confesión del otro se debe apagar la luz primero. Pruébenlo, van a ver que funciona como les digo. Pero cuidado con las consecuencias.

miércoles, enero 25, 2006

¡Ladran, Sancho!

- Disculpame... ¿te puedo hacer una pregunta?
- Si, claro.
- Vos que sos paseador de perros profesional, explicame porque los perros se la pasan ladrando, queriendo morder u oler a cualquier otro perro, salvo cuando están paseando con alguien como vos, en que van todos tranquilitos como un grupito de alumnos de primaria en salida de excursión con la maestra.
- La verdad es que no sé... pero puedo arriesgar una respuesta.
- Dale.
- Porque los perros son de una manera cuando están con el dueño y de otra cuando están con el paseador. Al dueño le tienen tomado el tiempo y se hacen los locos, pero conmigo saben que no pueden joder mucho.
- ¿Ah, no?
- No. Porque los largo ahi mismo y que se arreglen.
- Mmm...
- Igual a veces se agarran, no creas.

martes, enero 24, 2006

Apología canabica

Hoy mi amigo Andy, que tiene dos años y cuatro meses, me mostró un multi track lleno de colores con canciones del dinosaurio llamado Barney que sería la envidia de cualquier DJ. Su preferida es "Boom boom" cuya letra dice insistentemente, no falta de cierta cualidad chalera: "Me fascina estar loco/ me fascina estar loco./ Todo el día quiero reír./ Me fascina estar loco". Pienso que por mucho menos, otro Andrés tuvo un kilombo en los tribunales. ¡Cuídense, muchachos!

domingo, enero 22, 2006

Saudade

Mi papá tenia un llavero de Playmobil con galera que enloquecia a los chicos que lo veían. Al descubrirlo sobre la mesa de un bar o en cualquier situación, se quedaban como tontos, hipnotizados por ese muñequito que pertenecía a un señor de barba y pelo blancos que parecía tan serio. Con el uso se le fue rompiendo y un día se apareció con otro de una Playmobil esquimal, que también era un éxito entre los más chicos. Nunca supe de donde los había sacado. Pero cuando mi papá murió hace dos años, yo me quedé con el llavero del esquimal, que ya estaba al borde del final... igual que mi papá. Ahora me pongo a pensar lo contento que me pone tener mi foto con peluca Playmobil en el MSN y publicada en mi blog. Tampoco es raro que me ponga a buscar estas coincidencias. Es domingo, no hay fútbol para ver y tampoco puedo tomarme un café con mi papá.

¿De qué te reis, chabon?

¿Por qué será que la mayoría de las mujeres no tienen sentido del humor? Una mujer con buen humor es algo tan difícil de encontrar como un perro que no muerda. Me acuerdo que en mi adolescencia me desesperaba que ninguna chica se reía de los cuentos de Woody Allen, aunque eran directamente desopilantes. A veces se me ocurre que es por el parto, que es tan doloroso: las mujeres saben que en algún momento de la vida las espera ese desgarro profundo y las que ya lo vivieron no lo olvidan. Ellas saben en carne propia que la vida es dura. Los hombres somos más ingenuos, unos pobres soñadores sonrientes.

sábado, enero 21, 2006

Sacate la careta

El rostro durante el sexo cambia. Uno no conoce la verdadera cara de una mujer antes de contemplarla en esa cercanía misteriosa.

viernes, enero 20, 2006

Saber quien es uno

La Oruga se quitó el narguile de la boca y se dirigió a Alicia con voz lánguida y soñolienta:
- ¿Quién eres Tú?
- Pues yo..., yo, ahora mismo, señora, ni lo sé... Sí sé quien era cuando esta mañana me levanté, pero he debido de cambiar varias veces desde entonces.
- ¿Qué quieres decir con eso? -dijo severamente la Oruga-. ¡Explícate!
- Me temo no poder, señora -dijo Alicia-, porque como ve, ya no soy yo.
- No veo -dijo la Oruga.
- Temo no poder exponerlo con mayor claridad -replicó muy cortésmente Alicia- porque, para empezar, ni yo misma lo comprendo; y el cambiar tantas veces de tamaño en un solo día es muy desconcertante...
- No lo es -dijo la Oruga.
- Bueno, tal vez aún no lo sea para usted -dijo Alicia-, pero ya verá el día en que se vuelva crisálida... y luego, con el tiempo, mariposa... Entonces supongo que todo lo verá un poco raro, ¿no?
- Ni un poco -dijo la Oruga.
- Bueno, quizás vea usted las cosas a su manera -dijo Alicia- lo que sí puedo decir es que a mí me resultaría muy raro.
- ¡A tí! -dijo la Oruga con desdén-. ¿Y quién eres Tú?"

(de "Alicia en el País de las Maravillas", de Lewis Carrol)

jueves, enero 19, 2006

Bálsamo para el amor.

La chica del mes otoñal sufría desengaño tras desengaño y una noche, en su desesperación, llamó llorando a su amiga.
- Ya no sé que hacer. Todo me sale tan mal que me dijeron que tendría que bañarme en vinagre.
- Tranquilizate -dijo la amiga en el teléfono.
- Te juro que estoy tratando. Tengo la bañadera llena y ya estaba por meterme pero me di cuenta de que no tengo vinagre. Decime, ¿si uso aceto será lo mismo?

El diálogo es textual y la pregunta seria.

miércoles, enero 18, 2006

Diálogo diet

- Vos no sos gordo, lo que tenés es problemas para mover el vientre.
- ¿Vos querés decir que soy una bola de mierda?
- No. Yo lo que digo es que la comida es energía.
- ¿Y...?
- Y que vos tenés mucha energía acumulada.
- Mmm...
- Si la gastaras un poco más. Digo... si te hicieras una caminata a Luján, o si dieras una vuelta al mundo en bicicleta... no sé, digo yo. No tendrías los problemas que tenés con el peso.

Bésame mucho

Ella se va de viaje y el novio la despide en el andén. Se miman, se besan y se abrazan demorando el difícil instante de la separación.
- ¡Ay! ¿Y ahora quién me va a dar besitos tan lindos? –pregunta ella haciendo pucheritos.
- Espero que nadie.

martes, enero 17, 2006

Esperanza

Había salido del médico medio triste y fue a tomar un café. Le dieron muchos analisis para hacerse y tenía la sensación de que nadie sabia de verdad como curar lo que la hacia sufrir tanto. Desde la ventana del bar, lo vió caminar mientras cruzaba la calle y pensó: "Que ese hombre todavía viva es realmente un milagro". La casualidad quiso que el anciano entrase al mismo bar como un fantasma y que se sentase en la mesa a sus espaldas, donde una mujer lo esperaba ansiosa. No escuchó la conversación entera, pero parece que él le decía a ella: "Todo va a estar bien... todo va a estar bien".

lunes, enero 16, 2006

Mateyko

Siempre quise ser un Playmobil. De pibito, cuando paseábamos por la calle a mi mamá le decían: "¡Ay señora! ¡Pero este chico es un muñeco!". ¿Qué sé yo? Soy hincha de River y Gallardo siempre me pareció un ídolo, arañase o echase técnicos por capricho. Después de mucho andar y de probar diferentes peluquerías, finalmente encontré lo que buscaba. Antes de terminar de gastarse un tubo de Roby en mi pelo, el coiffeur me dijo con una caída de ojos y una lágrima deslizándose sobre el rostro bronceado de cama solar: "Pibe... sabé que hay cosas de las que no se vuelve. Te lo digo por experiencia."

domingo, enero 15, 2006

Ultimo momento

"Según lo que nos revelan fuentes fidedignas, los policías ultra profesionales del Grupo Halcón que tuvieron a su cargo la misión de buscar las pizzas y hacerlas llegar sanas y calientes hasta los asaltantes atrincherados en el banco, las habrían pagado en efectivo, con cambio y exigiendo la correspondiente factura como reclama la AFIP."

Esto sí que sería una noticia, ¿no creen?

sábado, enero 14, 2006

Rififi con muzzarella, tomate y albahaca.

¿Vieron lo del asalto a la sucursal del banco Rio de Acassusso? Por más que insistan, no consigo visualizar como unos simples chorros a esos cuatro genios del arte teatral y de la sangre fría que entraron a 'asaltar' un banco como unos perejiles, tan improvisados que no supieron desconectar las alarmas, a los cinco minutos estaban rodeados de policías, prensa, curiosos, familiares alarmados, políticos y con menos chances de salir del banco que Crespo cuando todavía jugaba Batistuta. El asunto es que el asalto a mano armada era una farsa de punta a punta: hacia tres meses que tenían un túnel preparado hasta la bóveda donde estaban las cajas de seguridad. Lo único que querían era que se armara todo ese circo para que los dejaran trabajar tranquilos, sin temor a que una alarma de mierda sonara o el ruido de un taladro despertara a algún vecino atento en el caso de que se les hubiera ocurrido actuar furtivamente en medio de la noche. ¡Que vivos! Ya les dije y les pido perdón a los que perdieron su mosca en el asalto: no puedo verlos como simples chorros. Lo menos que pienso es que era el mismísimo George Clooney el que habló de pavadas con el negociador durante horas. Hace mucho que no veo una película de robo a un banco con un argumento tan bueno como este. Es una pena que en cualquier momento a Piñeyro se le va a ocurrir filmarla con Leo Sbaraglia y algún gallego en pelotas y a los besos adentro del túnel y toda la magia se va a ir a la mierda. Pero volviendo al caso, ¡lo que se estarán cagando de la risa en este momento esos cuatro hijos de puta! Me llama la atención que los políticos que se presentaron en el lugar no se hayan dado cuenta, dado que esa es su estrategia básica cotidiana: o sea, armar circo con boludeces para que la gilada (nos) no se avive en donde están afanando grosso. Se me ocurre que le tendrían que haber consultado a Kirchner, a él no se le iba a escapar ni en pedo. Pero estaría ocupado pegándole a alguno de sus ministros con la toalla mojada. Yo me imagino que una vez que todo el circo estuvo armado y y los ladrones cerraron las persianas del banco, por el túnel entraron otros tipos que se pusieron a laburar en la apertura de las 174 cajas que vaciaron. Mientras tanto ellos tranquilizaron a todo el mundo ("No les va a pasar nada", les dijeron a los 23 rehenes con educación), los separaron en dos grupos, y los encerraron. Aunque antes se ocuparon de sacarse de encima a los dos únicos que se podían creer que la película era otra y fantasear que les tocaba hacer el papel de Bruce Willis en "Duro de matar": el polícia de la garita del banco y el guardia de seguridad privada. ¿Y que hicieron para librase de ellos? ¡Los cambiaron por unas pizzas! Perdón de nuevo pero... ¡que capos! ¿Habrán pedido alguna variedad en especial? Trato de imaginarme la escena de alguno de los del Grupo Halcón (la brigada SWAT de la Bonaerense) en Romario esperando a que el pizzero termine de ponerle las aceitunas a una grande de muzza y me meo de la risa. Así que estos tuvieron siete horas para laburar en paz, con todo el mundo atento a lo que no importaba mientras ellos se llevaban la torta por el túnel. Parece una metáfora de la Argentina. No me pienso perder los próximos capítulos...

viernes, enero 13, 2006

"Chau, princesa..."

Hay una costumbre urbana fundamental entre los hombres, considerada antigua en su versión más lucida y directamente grosera en la más temperamental, que es el famoso piropo callejero. Declaración de amor intempestiva o canto sutil a la belleza femenina, convengamos en que el piropo es un arte de difícil ejecución y de dudoso beneficio para el que lo ejecuta. Después de comprobar en Autobombo (sin dudas mi blog preferido entre todos los que visité) que el tema sigue desvelando a las chicas, me tomé el trabajo de rememorar comentarios de mujeres a las que les gusta y a las que no les gusta ser piropeadas, para poder hacer un catálogo de algunas piezas selectas. Me acuerdo que Lu decía que "no hay nada mejor para levantarse la autoestima en un día negro como pasar por delante de una obra en construcción". Sin dudas, el afiliado a la CTM es el ejemplar de pure sang en materia de piropo intenso y sin vueltas. El piropo nacido entre el cemento mezclándose y los ladrillos sin colocar es al arte del piropo lo que la comida mexicana es a la gastronomía mundial. Hay algunos clásicos, pero yo que soy básicamente bruto, me dediqué a seleccionar sólo los más groseros y los más snobs. Hete aquí los resultados:
- “Te hago un camisón de baba.”
- "Si sabía que tenías esa zanja me venía con las botas altas."
- "A vos con ese alero no se te debe mojar nunca el felpudo."
- (a una chica a la que se le mete la tanguita en la cola) "¡Cómo come ese perrito!"
- (cosecha mexicana, dichos con tonada del Chavo) "¡No me mueva tanto la cunita que se me despierta el chamaquito!"
- (otro mexicano, a una chica que tiene una línea de vellito debajo del ombligo) "Si así es el caminito, ¡cómo estará el pueblito!"
- (cosecha española, debe decirse como lo diría El Cigala) "¡Que te voy a meter de todo menos miedo!"
- "¿Jugamos a la pizza (pronúnciese con “s”)? ¡Tirate en el piso que te parto en ocho!"
- “Si pudiera pedirle algo a Dios le pediría un cricket para abrirte bien la concha y chupártela toda.”
En fin...

La nada

Me miró con desprecio y me dijo secamente, sin emoción:
- No existís.
¡Qué expresión nuestra más honda! Negarle la existencia de ser es lo más bajo que la sabiduría popular ha desarrollado para desmerecer a alguien.

Necrologica on the rocks

Nacho nos cuenta del fallecimiento de su abuela paterna con cara de circunstancia. Yo, que ya lo conozco bien, le digo:
- Ni sabía que existía tu abuela paterna. ¿Cuándo había sido la última vez que la viste?
- Hace un año.
- ¿Y antes que eso?
- Tres años antes.
- Así que, con un poco de suerte, completás unos cincuenta minutos de contacto en los últimos cinco años.
- Menos. Igual lo que me pasó fue muy fuerte. Yo era su nieto preferido y la fui a ver unas horas antes de que se fuera.
Todos nos sonreímos discretamente del intento de Nacho de hacerse el fino evitando decir “muera”, “falleciera” o cualquier cosa por el estilo. Justamente él que no se pierde una para ejercitar el cinismo. Veo que él mismo se tienta, así que le digo, con toda la intención de provocarlo:
- ¿Qué se fuera? ¿Qué se fuera a donde?
- En realidad no se fue. Se mudó… a Chacarita.
- …
- Se compró algo más chico...
- …
- Bueno… la verdad es que se mudó a un cenicero.
No cuesta mucho excitarle la imaginación negra a mi amigo.

¿Te suena?

Mi coche tiene una falla.
- Tenés un ruido ahí atrás -me dice un bien intencionado.
- ¿Un ruido?... Tengo una orquesta típica.

Domingo Dominguez

- ¿Por qué le dicen “vivero” si sólo venden plantas y no todo tipo de seres vivos?
- Por lo mismo que los ladrones no ladran y siguen siendo ladrones.

miércoles, enero 11, 2006

Por favor no hagas promesas sobre el bidet

El tema que me preocupa hoy es la forma de los bidets. Hace décadas que lo único que hay en el mercado es un diseño ergonómico que no funciona. Se creó pensando en que la gente se lave mirando a la pared, de frente a las canillas. Es un problema rarísimo de la historia del diseño industrial porque el inodoro si está diseñado para ser usado de espaldas a la pared. Ergo: si uno no se saca los pantalones de los tobillos para usar el inodoro, ¿por qué habría de sacárselos para lavarse después? El asunto es que usando mal el bidet, el chorro de la lluvia pasa de largo entre las piernas. Eso te obliga a sentarte más adelante, la forma ya no responde anatómicamente y encima es difícil manejar las canillas porque te quedan atrás. La pregunta del millón es porque no lo cambiaron hasta ahora. ¿Alguien conoce la respuesta? Debe ser porque los cambios siempre los empujan los yanquis y ellos no usan bidet. Se lavarán el orto bajo la ducha mirando la tele, que sé yo. Alguien me contó que en realidad usan esas toallitas en miniatura para humedecerse la entrenalga después de pasarse el áspero papel y que por eso están siempre mojadas. Pienso y pienso, pero no se me ocurre nada más asqueroso como método higiénico.

martes, enero 10, 2006

Coffes & Cut coffes

¿Cómo es la manera correcta de pedir los cafés cortados? Problema: alguien pide "dos cafés, dos cortados". Pregunta: cuántos pedidos son en total, ¿dos o cuatro? Respuesta: puede variar. En cambio, decir "dos cortados, dos cafés" no deja lugar a dudas. Pero los mozos más radicales piensan que es extraño ir de lo particular a lo general y que se confunde al cafetero sin necesidad. Lo correcto es "cuatro cafés, dos de ellos salen cortados", según dice mi amigo Coco que es mozo emblema en el Albamonte de Chacarita. A mí me suena a demasiado texto. Si sólo fueran de una clase no habría problema: "cuatro cortados" y se acabó. Pero la diversidad de gustos de los seres humanos encierra todo el conflicto. No hace falta más que prender la tele para comprobarlo. Lo que es bueno para mí casi seguro que no lo es para el vecino. Y ni hablemos de la multiplicidad: cortados, cortado en vaso, con crema, mita y mita, lágrima. El tema del azúcar y el edulcorante queda fuera del conflicto: es un campo donde el mozo es rey. No dependemos del cafetero. Viene el café, el mozo se ocupa de sacar lo que uno pida del bolsillo, pone ambas opciones junto al pocillo o todo está a disposición sobre la mesa. Pero lo que realmente confunde las cosas es que el genérico (“café”) corresponda a una modalidad, es decir, al café puro. Si el "café" pasara a ser “café puro”o simplemente “puro”, o “simple”, o lo que sea, chau problema: dos puros, dos cortados, uno con crema, uno como la concha de la lora, etc. Pero la generalización es lo que nos arruina la vida. Y ni habalr de las marcas que se adueñaron del lenguaje popular: Paty por hamburguesa, Durex o Scotch por adhesiva, Plasticola, Poxiran. Igual nada es más irritante que la publicidad de los discos de música se llame “videoclip” cuando ni siquiera esta hecho en video.

Modelo de sinceridad

- ¿Ustedes nunca dicen lo que piensan?
- Sí. Pero sólo si el otro lo dice primero.

Del amor

Un tipo que conocí que se llama Estevan (si, Estevan con "v", el chabón es brasuca) dice que él es un "monogámico secuencial": o sea muchas minas pero siempre de a una por vez. No sé que pensar de este ingenioso truco lingüistico. No tengo el temperamento de un Casanova. Cuando empiezo a encontrarme con varias chicas distintas en períodos de tiempo muy cortos, de repente y sin demasiada lógica, en la oscuridad de la intimidad, los rostros se me empiezan a mezclar, los olores se me confunden y se pierden las diferencias entre unas y otras. Y una vez perdido en esta niebla de sensualidades que son mías y no de ellas, suele ocurrir que una puerta se abre en la noche del recuerdo y todas las mujeres de mi vida se empiezan a fundir en la que tengo en mis brazos. En la presente recupero algo que tenía una pibita de mi adolescencia, o un olor que pertenece a otra que tuve solo una noche en el mar, la mirada triste de aquella que un día dijo adios sin explicar por que.
Otras veces trato con fuerza de enamorarme de una en particular y ponerme por encima de las circunstancias, siempre conflictivas de conocer a una mujer, abandonando los fantasmas de relaciones anteriores, aflojando el nervio y la ansiedad para descubrir si acaso ella sea la definitiva. Pero el temor al sueño siempre se interpone: "¿es de verdad ella o simplemente yo quiero que lo sea?". Porque a veces en los primeros encuentros se revela la crudeza de una diferencia que uno luego se empeña en ocultar, esforzándose para afinar y armonizar. Y con ella, la que no había sido desde el primer momento, misteriosamente se construye una relación destinada a fracasar tres años más tarde, tal vez por ese pecado original. Creánme que pasa: uno se ha dejado engañar por la necesidad de amar y por la tozudez de no aceptar que sentir tal vez sea más provechoso que pensar.
Pero otras veces hay algunas que dicen amarme y allí me pierdo. Soy sensible a su amor y no puedo ver si ese amor también existe en mí, independientemente de lo que les pase a ellas. Soy vulnerable a una mujer que dice que me quiere. Y en esos momentos creo que en realidad no amo a nadie y que sólo trato de verme reflejado en lo que ellas me devuelven, como un Narciso sin gusto propio, y pienso ingenuamente que al final tengo que elegirlas de acuerdo al entusiasmo que demuestren, en una suerte de competencia para probar quien me quiere más.
Nadia me dijo cuando le conté de mis dudas con respecto al amor: “No podés saber que te pasa porque nunca estás ahí con ellas para descubrirlo. Siempre vas un paso adelante. No tenés paciencia; siempre estás tratando de adivinar cual es el final de la historia”.

domingo, enero 08, 2006

Momentum... el timing lo es todo.

En una clase de tango veo llegar por primera vez a una mujer de más de sesenta y cinco años que “quiere cambiar el yoga por el tango”. Nunca ha tomado una clase de baile en su vida ni jamás ha bailado tango “porque a su marido no le gustaba”. Ahora la profesora la lleva de la mano de un lado a otro porque la mujer, que es casi una anciana, prácticamente no tiene equilibrio, da pasos cortos siempre iguales y se cansa de cada movimiento que hace. Hay gente a la que le emociona ver a una señora de esa edad con la disposición de “aprender” como si fuera una jovencita pero no a mi. Verla en esa situación me hace reflexionar acerca de que en la vida hay un tiempo para cada cosa y que es arrogancia creer que uno puede ajustar los momentos en que puede hacerlas al propio capricho. Lo cierto es que no se puede perder el tiempo y se debe estar atento a las etapas de la vida. Como dice el gran astrólogo Fernando Suárez, el refrán “sea breve: el tiempo es oro” debería ser cambiado por “sea oro: el tiempo es breve” y la tarea de todos debería ser la procura progresiva de un estado armónico de desarrollo. Pero no se puede creer que uno maneja los hilos u ordena las piezas. Esa pobre anciana ya no está en condiciones de aprender a bailar el tango y lo único que hace es representar un patético espectáculo de nuestros días en el cual vivimos con la noción de que “todo se puede” y de que apenas queriendo alcanza. Hay un tiempo para aprender, un tiempo para construir, un tiempo para enseñar lo aprendido, y un tiempo para retirarse.

Que choquen los planetas.

Un hombre de esos que a las mujeres les gusta estaba charlando animadamente con una amiga treintañera, sumamente entusiasmada por la atención que recibía del caballero. En medio de su alocución, la ansiosa soltera siente una puntada de iluminación a partir de algo que acaba de escuchar y casi como un exabrupto exclama:
- ¡Sagitario!
- ¿Qué? –pregunta el galán, sorprendido por la acalorada interrupción.
- Digo que sos de Sagitario, ¿si?
- No.
- Ah…
Los dos se quedan en silencio un segundo. El aún no puede recuperar el impulso que ha sido frenado. Ella pierde su repentino entusiasmo y como un relámpago, pasa por su mente la inquietud de que todas sus certezas sobre el potencial Príncipe Azul puedan desaparecer igual de rápido. Igual apuesta nuevamente:
- ¿Sos de Aries entonces?
- No. Soy de Piscis.
- Ah… ¿y en el chino?
- Creo que Dragón.
- Mirá vos… entonces no.
- ¿No qué?
- No, qué no es como yo pensaba; no sé, me pareció otra cosa… pero debés tener muchos planetas en Sagitario.
- La verdad es que no tengo ni la menor idea. ¿Sabés de astrología?
- Casi nada.

El hombre del globo

Hace unos años, mi hermana que vive en Los Angeles (y es productora de TV) me mandó esta bonita fábula. En el original (en inglés) los personajes eran del mundo de la televisión. Al traducirla, yo aproveché y la adapté al cine. Cuando la cuento, en cenas o reuniones de trabajo, los productores me aman. Les encanta encontrarse con un director que se ríe de como somos los directores tanto como podemos detestar a los productores. Es un buen truco, jóvenes. Lo comparto con ustedes. Desde el caballo de Troya que no se ha inventado nada mejor.

EL HOMBRE EN EL GLOBO.
Un hombre se desplazaba en globo sobre un desierto cuando de repente se dió cuenta de que estaba perdido. Decidió entonces perder altura y así pudo ver a un hombre que caminaba sobre la arena. Le gritó para llamar su atención y cuando el hombre que caminaba lo vió en el cielo, se dirigió a él amablemente.
- Perdón, he quedado en encontrarme con alguien en este desierto y creo que estoy perdido. ¿Sería usted tan amable de decirme en donde me encuentro?
- Por supuesto. Usted está en la canasta de un globo aerostático, hablando conmigo a unos doce metros del suelo, a cincuenta y tres grados de latitud sur y ochenta y cinco grados de longitud este.
- Usted debe ser un productor –replicó el hombre del globo luego de meditar un instante-.
- En efecto, ¿cómo lo supo?
- Porque aunque contestó mi pregunta con precisión y rapidez, toda la información que me ha dado, por más correcta que sea, no me sirve para nada y me deja en la misma situación que antes.
El hombre que caminaba sobre la arena lo miró y luego de meditar un instante, replicó a su vez:
- Usted debe ser un director.
- Tiene razón. ¿Cómo se dió cuenta?
- Porque no sabe exactamente donde está ni a donde se dirige; ha hecho promesas que no estaba seguro de poder cumplir; está donde está gracias a una enorme cantidad de aire caliente; y aunque su situación sigue siendo la misma que antes de encontrarse conmigo, por alguna razón, ahora parece que yo tengo la culpa.

Limbo

Estoy desolado. Cambié todos mis settings pero sólo sigo viendo el primer mensaje que escribí (y ya van como cinco) Me siento el primer bloguista no publicado de la web. Esta situación tan poco amable ¿técnicamente se considera censura o es simple incapacidad?

sábado, enero 07, 2006

Sale minuta

El otro día fui a un restaurant con unos amigos. Por alguna de esas razones que nunca termino de entender, el mozo vió que eramos cuatro pero trajo sólo dos menúes. Peor que eso fue que actuando como si fuéramos nada más que dos, el que esta sentado a mi lado se pone a leer el menú como si fuera el Manual para Construir el Transbordador Challenger. Me empiezo a fastidiar.

- ¿Ya te lo sabés? Cuando estés listo te tomo... Tema 1: plato del día; Suprema Maryland, ¿con qué viene y cuánto sale?

El egoista se da cuenta y suelta la carta. Ahi soy yo el que me doy cuenta de que el problema es que está deprimido. Muy deprimido. El mozo se acerca y parece que se da cuenta también. Con un hilo de voz, el deprimido le pide ayuda.

- ¿Qué me recomendarías?
- ¿A qué nivel? - pregunta el mozo - ¿Sentimentalmente?

Mi amigo decide comer cualquier cosa que le pidamos nosotros. Después la comida demora mucho. Todos nos sentimos unidos porque coincidimos en las quejas y cuando estamos a punto de iniciar una revolución, de pronto llega el mozo con la comida.

- Disculpen la demora -dice el mozo-. Es que el cocinero está enfermo.
- ¿Y se lleva trabajo a casa?

Nadie se rió. Pero a mi, el chiste, me pareció buensímo.

Pasando las fronteras de la percepcion

Es un tema este de las cosas que las mujeres esperan que notemos y no podemos notar: el corte de pelo imperceptible, un cambio de tono en la tintura.
- ¿No notás nada nuevo?
- Mmmm… te pusiste una remera amarilla.
Las mujeres tienen canales de pensamiento distintos a los nuestros y estas tonterías son apenas la punta del iceberg de problemas mucho más serios. Por eso es tan necesario pasar airoso las pequeñas pruebas de la percepción: ellas las interpretan como señales claras de afinidad. Responder adecuadamente allana (temporariamente, hasta la siguiente prueba) el camino que conduce a su corazón y a su cama. Un amigo desarrolló un sistema automático que tiene una eficacia del 62%. Se basa en dos respuestas inmediatas a la pregunta capciosa que pretende que notemos algo que es imposible notar sin una tomografía computada. Si las dos respuestas son equivocadas sucede lo siguiente y no hay solución. Viene tu novia y te dice con aire intrigante:

- ¿No me decís nada?
- ¡Feliz aniversario! (Primera respuesta automática)
- Nuestro aniversario no es hoy.
- Entonces... ¡te cortaste el pelo! (Segunda respuesta automática)
- ¡No! Me cambié el color. ¡Ufa! Con vos siempre lo mismo, ¿eh?

De todos modos, hablando con Bruno, un carioca amigo de K., me di cuenta de que los hombres que sí se fijan en el pelo de las mujeres son los más tramposos porque necesitan identificar rápidamente las diferencias de color, aunque sólo sea en un tono, de largo y de tipo de ondulación, para después poder eliminar los restos de una noche agitada sobre la almohada, en la bañadera o en el peine, sin confundir a quien pertenece.

Citas a ciegas

Cuando no tenemos nada que escribir, nada mejor que citar a otros que si tuvieron. Puede parecer tramposo pero en el fondo lo importante es que no decaiga. Así que los dejo en compañia de estos pensamientos profundos de algunos ciudadanos e amigos ilustres. El orden y la selección son aleatorios. Yo me voy a dormir...

"Dénme seis líneas escritas por la mano del hombre más honesto y encontraré en ellas una razón para ahorcarlo." (Cardenal Richelieu).

"Los mejores libros nos llenan de la convicción de que la naturaleza que los escribió es la misma que los lee.” (Emerson).

“I'll look up to you just to see your fall” (leído en el baño de un bar en Bucarest).

"El cielo, el sol, los elementos, los hombres han sido siempre los mismos." (Maquiavelo).

“La verdad es lo que funciona.” (William James).

Mi amiga Paula G. dice que "cuando el carro se mueve, los zapallos se acomodan."

Marçal Aquino cuenta que Zeca Baleiro dijo: “Si la vida no tiene recetas, no voy a pagar la consulta.”

miércoles, enero 04, 2006

En el principio hubo el verbo ocho...

¡Hola! Bienvenidos a este blog que acabo de crear. Espero que valga la pena haberlo hecho. No fue tan fácil como dicen que es, creanmé. Tuve que cambiar mi nombre de usuario como cinco veces antes de que me aceptara. Lo más inquietante fue cuando alguien que no se ve pero que está ahí ( llámese el Sistema, San Blogger o Dios) me aseguró que no podia usar ni mi nombre, ni mi apellido, mucho menos mis múltiples apodos. Todos rotulados como "inválidos" y con signito de alerta, como si fuera una ruta peligrosa. Se me hizo una situación dolorosa. Me sentí más humillado que al querer entrar a una disco de moda y que el mono de la puerta no te dejara pasar por razones que nunca se esclarecen debidamente. Uno es quien es. Tiene uno o dos nombres, y si de repente le dicen que no los puede usar más aparece el temor atávico. ¿Quién soy? ¿de donde vengo? ¿en mi familia me decían "tate' pero ahora resulta que no lo puedo usar más? La perdida de identidad es una de las pesadillas clásicas, la antesala de la locura. En el Genesis se lee que en el principio Dios creó los cielos y la tierra y que después creo al hombre a su imagen y semejanza. Ahora yo cree mi propio blog. No es que quiera compararme con Dios, en serio, pero me tuve que cambiar el nombre igual que Clark Kent y Bruno Díaz, y eso de alguna manera es como si me hubiera creado de nuevo a mi mismo, ¿no? Ahora tengo una personalidad secreta. Dios creó todo en seis días y en el día número siete descansó. Y yo me pregunto: ¿qué pasó en el octavo día? ¿ya no hubo nada que crear? ¿acaso desde entonces no se creó nada nuevo? No puedo aceptar esa versión de los hechos. La riqueza creativa del mundo no ha parado desde entonces. Ciudades, imperios, torres, barcos, piramides, motos, trenes, deportes, cines, postres fríos y calientes, lenguas, libros y jeans de todos colores son unos pocos ejemplos de todo lo que se encuentra en el mundo y que fue creado en los últimos cien millones de años. Ahora se sumó mi blog... y lo creé en cinco minutos. Así que de ahora en adelante yo soy Bola Ocho, señores: la más misteriosa de las bolas de la mesa de pool. La negra; la que todos temen tocar por error, la que debe ser introducida en una tronera determinada y sólo al final. Me inventé de nuevo a mi mismo. Y les prometo que no habrá poder abstracto en el universo que tenga la fuerza de pararme para seguir creando y posteando. Pasen y vean... sean mis invitados en este mundo nuevo que no para de crecer.