sábado, enero 14, 2006

Rififi con muzzarella, tomate y albahaca.

¿Vieron lo del asalto a la sucursal del banco Rio de Acassusso? Por más que insistan, no consigo visualizar como unos simples chorros a esos cuatro genios del arte teatral y de la sangre fría que entraron a 'asaltar' un banco como unos perejiles, tan improvisados que no supieron desconectar las alarmas, a los cinco minutos estaban rodeados de policías, prensa, curiosos, familiares alarmados, políticos y con menos chances de salir del banco que Crespo cuando todavía jugaba Batistuta. El asunto es que el asalto a mano armada era una farsa de punta a punta: hacia tres meses que tenían un túnel preparado hasta la bóveda donde estaban las cajas de seguridad. Lo único que querían era que se armara todo ese circo para que los dejaran trabajar tranquilos, sin temor a que una alarma de mierda sonara o el ruido de un taladro despertara a algún vecino atento en el caso de que se les hubiera ocurrido actuar furtivamente en medio de la noche. ¡Que vivos! Ya les dije y les pido perdón a los que perdieron su mosca en el asalto: no puedo verlos como simples chorros. Lo menos que pienso es que era el mismísimo George Clooney el que habló de pavadas con el negociador durante horas. Hace mucho que no veo una película de robo a un banco con un argumento tan bueno como este. Es una pena que en cualquier momento a Piñeyro se le va a ocurrir filmarla con Leo Sbaraglia y algún gallego en pelotas y a los besos adentro del túnel y toda la magia se va a ir a la mierda. Pero volviendo al caso, ¡lo que se estarán cagando de la risa en este momento esos cuatro hijos de puta! Me llama la atención que los políticos que se presentaron en el lugar no se hayan dado cuenta, dado que esa es su estrategia básica cotidiana: o sea, armar circo con boludeces para que la gilada (nos) no se avive en donde están afanando grosso. Se me ocurre que le tendrían que haber consultado a Kirchner, a él no se le iba a escapar ni en pedo. Pero estaría ocupado pegándole a alguno de sus ministros con la toalla mojada. Yo me imagino que una vez que todo el circo estuvo armado y y los ladrones cerraron las persianas del banco, por el túnel entraron otros tipos que se pusieron a laburar en la apertura de las 174 cajas que vaciaron. Mientras tanto ellos tranquilizaron a todo el mundo ("No les va a pasar nada", les dijeron a los 23 rehenes con educación), los separaron en dos grupos, y los encerraron. Aunque antes se ocuparon de sacarse de encima a los dos únicos que se podían creer que la película era otra y fantasear que les tocaba hacer el papel de Bruce Willis en "Duro de matar": el polícia de la garita del banco y el guardia de seguridad privada. ¿Y que hicieron para librase de ellos? ¡Los cambiaron por unas pizzas! Perdón de nuevo pero... ¡que capos! ¿Habrán pedido alguna variedad en especial? Trato de imaginarme la escena de alguno de los del Grupo Halcón (la brigada SWAT de la Bonaerense) en Romario esperando a que el pizzero termine de ponerle las aceitunas a una grande de muzza y me meo de la risa. Así que estos tuvieron siete horas para laburar en paz, con todo el mundo atento a lo que no importaba mientras ellos se llevaban la torta por el túnel. Parece una metáfora de la Argentina. No me pienso perder los próximos capítulos...

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