miércoles, enero 11, 2006

Por favor no hagas promesas sobre el bidet

El tema que me preocupa hoy es la forma de los bidets. Hace décadas que lo único que hay en el mercado es un diseño ergonómico que no funciona. Se creó pensando en que la gente se lave mirando a la pared, de frente a las canillas. Es un problema rarísimo de la historia del diseño industrial porque el inodoro si está diseñado para ser usado de espaldas a la pared. Ergo: si uno no se saca los pantalones de los tobillos para usar el inodoro, ¿por qué habría de sacárselos para lavarse después? El asunto es que usando mal el bidet, el chorro de la lluvia pasa de largo entre las piernas. Eso te obliga a sentarte más adelante, la forma ya no responde anatómicamente y encima es difícil manejar las canillas porque te quedan atrás. La pregunta del millón es porque no lo cambiaron hasta ahora. ¿Alguien conoce la respuesta? Debe ser porque los cambios siempre los empujan los yanquis y ellos no usan bidet. Se lavarán el orto bajo la ducha mirando la tele, que sé yo. Alguien me contó que en realidad usan esas toallitas en miniatura para humedecerse la entrenalga después de pasarse el áspero papel y que por eso están siempre mojadas. Pienso y pienso, pero no se me ocurre nada más asqueroso como método higiénico.

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