- Con la primera plata que cobre ya sé lo que me voy a comprar -me informa ella durante la llamada nocturna.
- Ah, ¿si?
- Si -repite relamiéndose- Me voy a comprar mucha ropita.
- ¿Más ropa? -digo tratando inútilmente de que no se me note la alarma.
- ¡Si ando prácticamente desnuda! -se queja ella. Y agrega: - Tengo dos jeans y ahora que he engordado, uno no lo puedo usar. Si me agacho, me queda medio culo afuera. Parezco un albañil.
- Puedo imaginármelo.
viernes, mayo 09, 2008
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