martes, marzo 25, 2008

Zoología lacaniana

La gallega se hartó de oír llorar a la gata en celo todas las noches y así fue que le salvó la vida. Un día me llamó mal dormida a San Pablo y sin vacilar, enfrentándose a una larga tradición no castradora como un diestro a un Miura, consiguió que le diera el visto bueno para operarla de una vez. Yo me sentía culpable, porque desde que empecé a venirme a Brasil, el pobre animal había pasado muchos días de soledad y eso -sin duda- tenía que haberla afectado mucho. Pero la situación ya era insostenible y ahora se trataba de desactivar un foco de conflicto entre el felino rebelde y el Imperio español.
Resultó que la gatita tenía un quiste en un ovario que se disponía a complicarse y la intervención fue providencial para evitar que el chiste se transformase en tragedia. Hacia tiempo que el ovario enfermo estaba provocando la producción excesiva de hormonas y precisamente por eso los períodos de celo se habían vuelto casi constantes y su buena educación se había alterado notablemente -con episodios de pis y caca fuera de lugar que eran del todo incomprensibles-.
- ¡Qué suerte que la trajeron! -nos dijo la veterinaria cuando fuimos a sacarle los puntos- ¿Ustedes no habían notado que estaba distinta? Digo, el celo, el carácter...
- Si -dije entrando en una fase distinta del sentimiento de culpa- pero como coincidió con una época en que yo dejé de estar presente y la gatita se sentía muy sola, creí que era eso, ¿me entiende? Carencia.
La veterinaria asintió, comprensiva. Yo en silencio, le agradecí el gesto.
- Y -agregó la gallega para sentenciarme- Argentino: si alguien tiene un problema, seguro que es psicológico. Aunque sea el gato.

1 comentario:

Lorena Garcia dijo...

Los veterinarios siempre me hacen sentir culpable.

Este me preguntó que cuando fue la última vez que tuvo el celo. ¿Debería saber eso?. Ni siquiera se cuando fue mi ultima menstruación.
Y la pregunta del millón ¿cual es su marca de alimento balanceado?. Ups... señor es que lo mío es la memoria visual. El paquete es gris y tiene un gatito dibujado, claro... de veras que yo amo a mi gato.