Al poco tiempo de habernos conocido le compré de regalo un conjunto de tanga y soutien en una casa de lencería de Jardims que es divina. Me gusta regalarle ropa interior a las chicas: es el regalo perfecto, porque es tanto regalo para ella como para uno. Cuando viajé a Buenos Aires se lo llevé. La tanga le quedaba bárbara pero el soutien tenía un desfasaje clásico de relación de tamaño taza-espalda.
- Bueno, lo voy a tener que arreglar -me dijo resignada pero resuelta.
Semanas después de ese incidente, desde acá se me ocurrió preguntarle por el soutien.
- No lo voy a poder arreglar -se lamentó en el teléfono-. Es que no creo que vaya a quedar bien.
- Entonces vas a tener que venir a Sao Paulo para poder cambiarlo -le dije con astucia.
Ella contestó que si sin demasiada convicción, aunque entonces yo no haya notado nada extraño. Es que ya se avecinaban nubarrones negros que yo todavía no había visto. A partir de ese momento nuestras acciones como posible dúo romántico se precipitaron cuesta abajo y finalmente supimos que ya nunca vendría a Sao Paulo.
Nos volvimos a ver en mi siguiente viaje a Buenos Aires sólo para despedirnos. Pero por las vueltas de la vida, terminamos juntos de nuevo. La tormenta había cambiado de rumbo y con el viento a favor, comprobé que eran mis velas las que se desplegaban y me conducían a mejores puertos.
Ahora resulta que pasado mañana viene para acá. Y las cosas están mucho más atrevidas que en aquellas primeras semanas inciertas. Pinta que nos iremos a la playa y nos diremos cosas bobas en el mar.
- ¡Estoy muy ansiosa de que nos vamos a ver de nuevo! -me dijo en el teléfono.
- Yo también estoy muy contento de que viajes. ¡Ah! Acordate de traer el soutien para cambiarlo.
- No hace falta -me dijo llena de alegría-. Ya lo arreglé.
"¡Qué bien!", pensé yo. Se ve que cuando se arregla lo principal, el resto son bobadas.
domingo, octubre 22, 2006
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5 comentarios:
: )
Solo un hombre experimentado utilizaría la palabra “taza”
bolaocho, me alegra que vaya a decirse bobadas al mar con la chica en cuestión. ya era hora. mande señales de humo cuando regrese asi sabemos que sigue vivo...
claro, y si no son señales de humo por lo menos ver que respire, no? así colocándole un espejito frente a la boca para ver si se marca el aliento, no?
me parece muy acertado lo suyo charlotte. mas que señales de humo, hay que ver si respira...
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