viernes, junio 16, 2006

Goles son amores... fallidos

Benet llegó del colegio y parece que por la escalera ya iba vociferando sobre la paliza que le iba a dar a Lorena jugando al fútbol en la Play Station. Ya le había avisado, que aunque ella fuera una adulta con muchos años más que él y ahora viviese en Buenos Aires, él jugaría con la Selección Argentina y no habría discusión al respecto.
Ni bien empezaron ya le ganaba a Lorena por goleada y estaba feliz. Pero de repente paró de sonreír y la miró.
- Oye, ¿tú sabes lo que es un fuera de juego?
- No –respondió Lorena.
Hubo un incómodo silencio.
- Entonces mejor vayamos a cenar.
Pobre Benet, pienso nuevamente. Se ve que ya no lo hacia tan feliz estar ganando por afano. La victoria, por la pobreza técnica que de repente revelaba el rival, era mucho menos dulce que lo que él suponía.

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