Ahora ya está. Clasificamos y que todo el mundo se calle la boca. "Que me la chupen" fue la reflexión de Maradona ni bien terminó el partido. Eso y largarse a llorar abrazado con Bilardo porque ahora parece que se aman. Una mentira más en el mundo hiperemocional del Diego. "La pelota no se mancha" dijo una vez llorando y pretendiendo que todos le creyeran que realmente se arrepentía de sus excesos. Más tarde, durante la conferencia de prensa, pasada la euforia y el desahogo de la clasificación conseguida agónicamente, Maradona pudo expresarse más ordenadamente y analizar el futuro: "Que la chupen y la sigan chupando" dijo. Eso y que no se iba a olvidar de los que lo criticaban. Parecía Kirchner. Creo con asombro que difícilmente encontraremos más correspondencia entre la política, la manera de ser de un pueblo y el fútbol que en este presente: los males de la Argentina son culpa del periodismo. Si la Selección juega mal pero clasificó, que los críticos se callen la boca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario