Pacho Maturana -ex-técnico de la Selección Colombiana, célebre por haber dirigido al equipo que nos metió cinco en el Monumental en 1993- tenía como concepto de cabecera: "Se juega como se es". Valdano recogió este concepto y lo hizo propio para entender -y tratar de explicar- ciertos esquemas, tácticas y estrategias en el fútbol. Yo -humildemente- ya extendí esta idea de símil al comportamiento de nuestra familia futbolera en su conjunto -y no sólo en el juego- con la sociedad argentina y su actitud frente a la realidad. Pero nada se ha ajustado más precisamente a mi 'modelo' ampliado que el proceso de administración decadente del club River Plate y el deterioro institucional promovido por los gobiernos Kirchner.
Hoy después del partido ganado agónicamente a Colombia en el Monumental, viendo las declaraciones de bronca de Maradona y de Demichelis -un riverplatense expatriado y entristecido como yo- lamentándose por el estado de la cancha de River, rememoro algunos conceptos del presidente Aguilar y no puedo evitar mirar con rabia esta foto de la máquina de pintar el césped, con la que las autoridades del club pretendieron 'mejorar' la situación del campo destruido por la serie reciente de recitales. Cualquier semejanza con las soluciones que aplicaron los Kirchner en el INDEC para 'mejorar' la inflación es pura coincidencia. Y ni hablar de la cuestión de privilegiar un beneficio económico inmediato (leáse: alquilar la cancha para recitales = aumento desmedido de retenciones al campo = confiscación de fondos de pensión = ¿nacionalización de empresas privadas?) en detrimento de que Argentina (leáse: la Selección Nacional = nuestro país) no sea capaz de jugar en las condiciones que debe, para poder ser el gran equipo ganador que debería.
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