"River perdió el clásico menos importante de los último diez años" dijo el vergonzoso Presidente del club, José María Aguilar. Claro: es el menos importante porque River marcha último en la tabla del Torneo y entonces no hace ninguna diferencia ganar o perder. Todo es una mierda por igual.
En una sincronia fantástica con el matrimonio gobernante que tiene el país, Aguilar explica la realidad con una óptica absurda. Y como los locos -o los delincuentes- es capaz de decir cualquier cosa con tal de justificar sus errores, su connivencia y su ineptitud.
Por suerte River hoy perdió de nuevo en el Monumental con Chivas y ahora Aguilar tendrá que explicar cual será para él la importancia de este partido igualmente perdido que el clásico menos importante. Pero a diferencia del país, en el fútbol los resultados se ven después de noventa minutos de juego y no hay como afanarse las jubilaciones para tapar las deficiencias y la corrupción, y dejar el muerto para los presidentes por venir.
jueves, octubre 23, 2008
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