viernes, mayo 26, 2006

Durmiendo con el enemigo

Hablamos por teléfono y ella me dice:
- Hoy leí tu blog de nuevo.
- ¿Ah si? -digo yo, haciéndome el que me da lo mismo-.
- Si. Tenés que tener cuidado con tus influencias: está muy femenino.
Suena una señal de alarma en el hipotálamo. Con todos los nervios listos a reaccionar, pregunto:
- ¿Te parece que alguien puede pensar que soy medio... digamos... gay?
- No. Pero corrés el riesgo de empezar a creerte la filosofía de las mujeres.
No les voy a negar que la aclaración dista mucho de tranquilizarme.

No hay comentarios.: