La frase inmortal

Sin duda la Argentina es el país del vaso medio vacio. Lo sabemos, no nos engañemos. El tango está ahí para hacernos recordar que somos esencialmente pesimistas. Y para no olvidar también están nuestros gobernantes, que son capaces de lanzar frases que pasarán a la historia. Perón sentenció "no es que nosotros seamos buenos, es que los otros son peores". Menem tuvo la suya a poco de empezar su reinado. Fue apenas salir de la crisis de la hiperinflación que dijo para evaluar la situación del país: "Estamos mal pero vamos bien". Brillante. Como escribió Osvaldo Soriano, "tardé dos horas para poder traducirla al francés". El siguiente genio fue Duhalde durante su corto sueño de verano, y que hoy volvió a repetir que está convencido de que nuestro país "está condenado al éxito". Otro gol de media cancha. Vamos Kristina, no se me quede atrás. Usted y el Presidente Konsorte hablan mucho pero todavía no alcanzaron la grandeza de estadistas de la desgracia de aquellos oradores, argentinos y peronistas.