viernes, marzo 19, 2010

El secreto de Cristina

Que cuando los políticos se ponen a hablar de manifestaciones artísticas siempre dicen gansadas es bien sabido. Es que el lenguaje de la política no sirve para hablar de cine, teatro o literatura como tampoco serviría el de los jugadores de fútbol.

Pero el discurso que dió la Presidenta CK cuando recibió al director y al elenco de "El secreto de sus ojos" después de haber ganado el Oscar a la Mejor Película Extranjera de 2010 fue más allá. Verborrágica y didáctica como sabemos que es la Primera Mandataria, no pudo evitar explicar porque las actuaciones y la dirección eran igualmente magistrales y tuvieron que pararla antes de que pudiera contar lo que no debe saber todo aquel que quiera disfrutar de la película al verla.

Uno de los puntos altos del discurso fue cuando dijo que la película era "un alegato contra la pena de muerte". Tal vez con mucha imaginación uno pueda transformar la monstruosidad que las escenas finales revelan en una tragedia y no en la apología de la justicia por mano propia que en mi opinión destila la visión del director. Pero de ahí a llamarlo "alegato contra la pena de muerte" sería como ver en la conducta de un torturador una actitud más positiva que en la de un asesino porque no mata a su víctima.

Igual a mi lo que más me ilusiona es que el día que hagan en cine "La vida de CK" como ya hicieron con Lula acá en Brasil, probablemente a Soledad Villamil, el papel le calze justo. Las dos son igualmente insufribles.

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