Después de terminada la 81º ceremonia de entrega de los Academy Awards -el célebre Oscar- nos sentimos en condiciones de analizar, justificar y elaborar una serie de eventos que ayuden en el futuro a profesionales y espectadores a acertar los resultados con mayores probabilidades. A saber:
- En un año de crisis internacional rabiosa nada mejor que premiar rabiosamente a una película que habla de que se puede pasar de pobre a millonario con un golpe de suerte (Slumdog Millionaire). Hollywood sigue cumpliendo -a su manera- en alentar el American Dream para que no sea una pesadilla.
- Para un actor que pretende ganar el Oscar no es útil usar su propia destrucción física para componer un personaje trágico (Mickey Rourke, The wrestler) pero es excelente morir trágicamente antes de la ceremonia (Heath Ledger, The Dark Knight).
- En el pasado se ha comprobado que elegir personajes lisiados, ciegos, psicópatas, perseguidos por los nazis, maniáticos, borrachos, mudos y débiles mentales es medio Oscar ganado. Ahora la onda es mártires gays. Parece algo muy politically correct pero si leen esta lista nuevamente y lo piensan mejor, tal vez cambien de opinión.
- Se puede ganar un Oscar de actuación sólo por hablar en un idioma extranjero con un acento que suene bien al oído de los gringos (mexicano y árabe no califican). No hay otra manera de justificar el premio a Penélope Cruz por "Vicky, Cristina, Barcelona". De seguro no se lo dieron por como caricaturiza a una pintora ni como besa infantilmente a Scarlet Johanson (¿o será una variación soft del premio a la tolerancia gay, léase "diversidad sexual"? No lo descartemos de plano, ¿eh?)
- Uno puede ser uno de los mejores comediantes de la historia del cine y no ganar ningún Oscar por ello. Pero si te pasás cuarenta y cinco años reuniendo dinero para ayudar a chicos lisiados te pueden terminar dando uno. Es lo que le pasó a Jerry Lewis, que no había entendido hasta ayer que hay más chances en las discapacidades -sin importar cual sea su manifestación- que en cualquier otra área de la actuación.
- Si uno quiere ganar un Oscar por una canción original y poder cantarla en la ceremonia en lugar de Antonio Banderas (como le pasó a Jorge Drexler) lo sabio es hacer como el hindú A. R. Rahman, que la escribió en hindi, de tal manera que sólo él pudiera tararear la letra completa.
lunes, febrero 23, 2009
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