martes, septiembre 02, 2008

Olimpicas

El problema que yo veo con las Olimpíadas es que cuando se crearon en la Grecia antigua, el mundo era todavía muy nuevo y primitivo y no habían aparecido los deportes como Dios manda. O sea el fútbol, el basket, el volley, el tenis, el golf. Entonces yo me imagino a aquellos atenienses metidos en sus togas, sin saber que hacer –como los del COI en los días de hoy- y preguntándose: “¿con qué competimos? ¿qué podríamos premiar con una medalla de oro?”. Era difícil porque nadie sabía hacer nada como no fuera tocar la lira y pasear por el Partenón. Después de un rato alguien habrá dicho: “¡Ah! ¿Se acuerdan de aquel salame que se corrió cuarenta y dos kilómetros desde Maratón hasta Atenas para avisar la victoria sobre el ejército persa y después murió? Podríamos premiar algo así.” A todos les habrá parecido razonable. Y a continuación otro habrá propuesto: “Entonces también al que corre más rápido de acá hasta esa primera columna”. “¡Oro!”. “¡Y el que corre más rápido hasta la segunda columna!” habrá dicho otro que no quería ser menos pero no tenía ninguna idea a mano. “¡Oro también!” se habrán entusiasmado los muy incompetentes.
Así se llegó al punto en el cual un tipo que corre se puede llevar cinco medallas de oro por hacer lo mismo. Igual en la natación. Nadando de acá hasta allá, oro. De acá hasta un poquito más lejos, otro oro. Ahora desde allá hasta acá pero de espaldas, oro de nuevo. Me los imagino tan felices terminando la lista de habilidades a ser premiadas: a ver quien tira ese martillo más lejos, el que revolea mejor un disco, el que tira una lanza más lejos, el que salta mas alto, el que salta mas alto con una vara, en fin.
Ahora que el tiempo ha seguido su curso y han aparecido los deportes donde realmente hay habilidosos, resulta que se los premia con una sola medalla y a otra cosa. Entonces uno se sorprende de ver que mientras el nadador yanqui Phelps se lleva ocho medallas de oro y el corredor jamaiquino Bolt se lleva tres, a Messi le toca una, a Nadal una, a Kobe Bryant una y a Tiger Woods ninguna porque el golf no es deporte olímpico. ¿Acaso cada partido de basket que ganaron los del Dream Team no vale un oro? ¿Y los de la Selección argentina de fútbol? ¿Será que los del COI se dan cuenta del talento que hay que tener para ser uno de estos deportistas que, como están las reglas ahora, no tienen como ganar más que una medalla? Mi propuesta es que debería aplicarse, por ejemplo al fútbol, el mismo criterio de premiación que a la natación o al atletismo. ¿Gambeta a uno? Oro. ¿Gambeta a dos? Oro. ¿Gambeta a tres? Oro. ¿Gol? Oro. ¿Pelota en el travesaño? Plata. Con reglas justas, Messi habría ganado cuarenta y cinco medallas él solito.

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