miércoles, marzo 15, 2006

Desde Eva en adelante

El robo al banco de Accassuso del 13 de Enero pasado fue llamado por todos 'el robo más perfecto de la historia criminal argentina'. Yo me llené la boca hablando de la inteligencia de esos ladrones, que por su talento se hicieron de un botín incalculable y de los derechos para la próxima gran película de acción que se haga sobre un robo. Sin embargo, apenas un mes después empezaron a caer uno a uno. ¿Dónde falló el plan? ¿Cuál fue el talón de Aquiles? Una mujer despechada habló. ¡Ay! Siempre son las mujeres las que arman los kilombos, mal que les pese a las feministas. Desde Eva, pasando por Helena de Troya y todas las musas del tango. Beto De la Torre estuvo casado quince años con la mujer que lo delató a la policía, madre de su hijo de diez años. Ella parece que lo trató de extorsionar para no contarle nada a la policía, él perdió los estribos, se enfureció, la amenazó y armó un escándalo frente a la casa de la hija de ella. Un grave error. Entonces los vecinos llamaron a la policía temiendo un incidente familiar de gravedad. El resto es simple. Beto de la Torre ya no vivía con su mujer hacia tres semanas y la policía sospechó que podía tener una punta porque ella lo denunció por su agresión pero cambiando el apellido de De la Torre a Torre, en un ridículo intento de encubrir su identidad. Entonces los policías probaron suerte haciéndole escuchar grabaciones de celular donde Beto y su amante hablaban de viajar juntos a Paraguay. "Yo no sabía nada de todo eso -declaró la esposa a Clarín- Conocía a esa chica porque era la mujer de un compañero y mi marido la ayudaba económicamente cuando estuvo preso. No tenía idea de otra relación." No es difícil imaginar entonces como la esposa juntó a la orquesta y se puso a cantar. Y así acabó en una tarde con la perfección del robo perfecto. Le prometieron identidad reservada y no cumplieron. Su nombre saltó a todos los medios, que la calificaron como "una mujer despechada". Molesta con ese apelativo (que bien podría haber sido "la cornuda rencorosa") la delatora declaró: "Lo único que puedo decir es que me siento desprotegida. A mi no me defendió nadie, ni la Policía ni la delincuencia". Y... no. ¿Qué querés que te diga? No te lo merecés tampoco.

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