sábado, julio 22, 2006
Pato
Pato es una empresaria de éxito en los treinta largos pero de aspecto marcadamente adolescente. Rubia y bronceada, rabiosamente “buenaondista”, tiene una enorme dentadura que pareciera ser el motivo que la obliga a sonreír permanentemente y dos tetas que parecen sufrir del mismo síndrome de desproporción que la boca. Aunque se la ve preciosa y sexy, después de un tiempo de tratarla se comienza a sospechar que lo que parecía femineidad, ternura o calidez es nada más que una estrategia de venta, un comportamiento rigurosamente interpretado por Pato para conseguir cualquier cosa que se proponga. Es acelerada y entusiasta, pero por sobre todas las cosas es práctica. Sabe qué hacer para que los hombres la complazcan, sobretodo con dinero. Es ambiciosa, calculadora y muy habilidosa a la hora de tejer redes de influencia. Frívola y afectada, pero finalmente una vendedora nata; su producto más acabado es ella misma. Sabe como no enamorarse jamás de un hombre que no le convenga y se dice que construyó un imperio con su cuerpo. Parece una chica surfer, con un aspecto sensible y llena de felicidad, pero en realidad es una androide. “Es tan, pero tan alegre –me dijo una amiga suya—que no consigo imaginarla llorando”.
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1 comentario:
creo que a este pato yo lo conozco... no?
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