- El otro día me enteré que durante la Edad Media, como los señores feudales tenían el derecho a la primera noche de todas las recién casadas, en algunos lugares se acostumbraba a que varias mujeres se casaran el mismo día, y así la noche de bodas sólo una se jodía.
- Hecha la ley, hecha la trampa –comentó ella-.
- Igual, a vos no te hubiera servido de nada –le dije-. Si el señor feudal hubiese sido yo, te habría elegido a vos para garcharte.
- ¿Ah, si? ¿Y si hubieras sido el novio?... No, claro. Seguramente no me hubieras elegido a mi para casarte.
lunes, julio 17, 2006
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