Fui al super de madrugada -un privilegio de reyes que tenemos los que vivimos en Sao Paulo- y compré mamao-papaya, jugo de tomate, castañas de caju y fruta do conde. Lo puse todo en la heladera, como en un altarcito macumbero, junto al agua de coco que me 'exprimieron' especialmente esta mañana.
Qué sé yo. No imagino otra forma mejor de conjurar su presencia. Pensé que si tenía todo eso a mano, en una de esas era como si estuviese acá conmigo.
domingo, enero 07, 2007
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2 comentarios:
Si planethal lee esto te regañará.
Besos a los dos!
Lo sé, lo sé. He caído bajo. Me costará mi bola brillante.
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