El garoto que les gustó estaba con una remera verde que favorecía el bronceado y las chicas solteras que estaban en mi mesa se pusieron como locas. Ninguna se atrevió a encararlo pero le mandaron escrito en una servilletita:
"Se verde está assim... imagina maduro!"
Me dieron ganas de vestirme de lechuga para ver si ligo también.
domingo, marzo 12, 2006
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